SIERRA MADRE
Si hay algo que ha marcado a todos junto a la pandemia ha sido la explosión del volcán de la isla de La Palma, este acontecimiento ha modificado por completo el paisaje, ocultando y quemando la vegetación y los núcleos urbanos.
Los bosques y paisajes mediterráneos autóctonos de la península, especialmente en entornos de sierra, tampoco están exentos de incendios cuando llega el estío, tristemente muchas veces provocados.
Sea de manera natural o intencionado, los ecosistemas están expuestos a su devastación por el fuego o el magma, quedando reducidos a cenizas y carbón, quedando como un paisaje completamente desolado. Es trágico pero entre los restos quedan los simientes para el rebrotar y el comienzo de una nueva etapa.
Este proyecto pretende reflexionar sobre el valor del verde, de la vegetación, de la vida… para nuestra sociedad, contrastando directamente ambos escenarios. Remarcando la importancia de conservar paisajes y bosques del descuido o la mala intención. Pero también se propone una visión optimista frente a lo incontrolable, entendiendo que el fin supone un nuevo comienzo, que las crisis forman parte del ciclo natural de la vida.